Chile

Durante gran parte de mi infancia y los principios de mi vida adulta fui expuesto casi exclusivamente a círculos acomodados y fachos. De a poco fui conociendo otras realidades y luego formé vículos y cercanía con genten de muchos andares de la vida. Por esto, me he visto obligado a desligarme de las opiniones y simpatías políticas, incluso las de apoyo hacia figuras tétricas iguales o peores que Pinochet.

A mí honestamente no me podría importar menos cuál es la sanguijuela mental favorita de alguien en términos de ideología política, porque al final las alianzas en ese sentido no las eligen las personas, sino los grupos sociales a los que pertenecen.

Te invito a hacer el siguiente ejercicio mental. Piensa tú que uno de tus amigos más cercanos, algún día, llegara y se pusiera a hablar maravillas de Pinochet de la nada. Se lo aguantarías? Seguirías en contacto regular con él de la misma forma en que lo estás ahora? Seguirías teniendo la misma opinión de él? Y qué tal si no fuera Pinochet mismo, pero otra figura icónica de derecha como Trump, Piñera, Ronald Reagan, Milton Friedman, Kast, Bush o Adam Smith? Lo seguirías respetando de la misma forma? Seguirías siendo igual de amigo? Bueno, toma nota.

Ahora piensa que para la gente facha, ocurre lo mismo si se pone a hablar maravillas de Allende, Michelle Bachelet, Boric o cualquier figura socialistoide o progresiva. Es algo que ni siquiera tienen que pensar en no hacer. No hay momento de duda necesario porque saben, en el fondo de sus corazones que si lo hiceran, la gente que más los quiere en el mundo los dejaría de querer tanto. No se dan cuenta de esto, por supuesto. Es simplemente impensable.

Una de las cosas que más agradezco de mi período de depresión es que por una larga extensión de mi vida, me autoexilié a tal punto que perdí toda alianza grupal con cualquier círculo social al que jamás pertenecí. Esto, a pesar de causar un dolor emocional inconmesurable, me permitió ver los códigos códigos de conducta y delirios colectivos de muchos grupos que son invisibles para sus propios miembros.

Cachai como la gente que habla el mismo idioma no se nota el acento? Pasa algo parecido con la ideología. La gente de la misma ideología no es capaz de ver la locura que contiene porque está sumergida en ella. El ver la locura por lo que es sería una herejía y sería sometida a exilio. Simplemente no se piensa. Es impensable.

No sé. Si me preguntai a mí, como todo dictador de país de medio pelo, Pinochet fue coercido, manipulado e instrumentalizado por fuerzas extranjeras para cometer atrocidades. No es que haya sido una buena persona, pero probablemente no tenía mucha opción. Los líderes de países penca, sean democráticos o no, casi nunca la tienen... Al igual que nosotros, simplemente responden a las presiones a las que son sometidos y después se convencen que ésto era lo único razonable.